domingo, 25 de agosto de 2013

CUMPLI 60 AÑOS


Celebrando con un jugo de lechoza

Nada extraordinario. ¿Cuántos cumplen hoy conmigo? Sin embargo, para cada uno de nosotros tiene un significado diferente. Para mí, es un día especial. Sobre todo, porque cuando cumplí los ocho, en esas ocurrencias que tienen los niños cuando oyen hablar de treinta años, me parecía que llegar a esa edad era toda una proeza, aunque ese no fuera el término empleado. Apenas comenzaba a nadar en las aguas del aprendizaje. Sigo, y seguiré, nadando en ellas, hasta el fin de mis días. Cuando llegué a los quince, parecía que faltaba mucho. De pronto, me vi en los treinta. Luego, como en la corriente rápida de un río, desemboqué en los cuarenta. Casi sin darme cuenta, ¡Upa!, los cincuenta y… ¡Ay, tía!, como dicen mis sobrinos, hoy llego a la meta de los sesenta. Una cifra que para ellos es algo así como el acabose. Los comprendo, yo también creía lo mismo. Se me vienen las palabras de mamá el día que llegó a los ochenta: “Es curioso, me asomo al espejo y veo a una viejecita, pero, por dentro, no lo siento así”. También la comprendo. El espejo es una cosa, el espíritu otra.



Mi madre y yo

¿Por qué es un día especial? Debo caer en un lugar común: Se cierra un ciclo y comienza otro. Más allá de eso, porque me siento contenta. Miro hacia atrás, y doy gracias por lo que he vivido. Miro dentro de mí, y me gusta lo que veo, a pesar de mis aciertos y desconciertos, de los porrazos que me he llevado. Errores, ¡cuántos he cometido! (¿Cuántos más cometeré?) Reza el refrán: Errar es de humanos. Si eso es así, entonces, yo he sido el más humano de los humanos. No me gustaría seguir cometiéndolos. ¿Existe un límite? ¿He aprendido de ellos? Aun me falta por aprender. Ya lo dije: la vida es un aprendizaje continuo. ¿Cuánto tiempo me queda? Que lo diga la Campana de Gauss, o el Magno Señor de los Cielos. Para mí, el que sea será suficiente, digno de ser vivido, de seguir soñando, de proponerme nuevas metas. Eso me hace querer seguir viviendo, sin preocuparme por el mal etiquetado fin. ¿Acaso la muerte no es parte de todo esto?


Las mujeres al poder, 
con mis hermanas y mi mamá

Me causa gracia cuando pienso: ¡Qué rápido pasaron! Si me pongo a sacar cuentas… Fui testigo de la caída de la Dictadura en el país, a finales de los cincuenta, del terremoto que sacudió a Caracas y la llegada del hombre a la luna, en la década de los sesenta; aunque era una niña, leí sobre los efectos de la Talidomina, Marilyn Monroe y la muerte de Kennedy; usé hot pants y minifaldas; compré los long plays de los Beatles, los Roling Stones, los Guess Who; bailé en las fiestas del Círculo Militar y el Club de Sub Oficiales, amenizadas con las orquesta de La Billos Caracas Boys y Los Melódicos; me sentí subyugada por el movimiento hippie, el Festival de Woodstock y la Isla de Whight; accedí a los primeros discos compactos, a las primeras computadoras y a los primeros celulares;  amanecí en las discotecas de modas, al son de la música italiana, del Festival de San Remo, de la música disco, de Gloria Gaynor, de Donna Sumer y del vozarrón sensual de Barry White; se casó Diana Spencer con el Príncipe Carlos, Murió Elvis Presley, asesinaron a John Lennon;  aparece el Sida, explota la base nuclear de Chernobyl, cae el Muro de Berlín… No continúo porque me canso.

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Al mismo tiempo, me gradué, crecieron mis hermanos, se casaron, tuvieron hijos. Ahora mis sobrinos son jóvenes que buscan su propio rumbo y sus propias familias. Doy Gracias al cielo por la madre, los hermanos, los cuñados, los sobrinos, en definitiva, por la gran familia que tengo. Tuve problemas, nunca me faltó la mano solidaria. He amado, infinitamente. He sido amada, como nunca lo esperé. He trabajado mucho, y mucho he disfrutado. He viajado. He hecho buenos amigos, reales y virtuales. Conservo grandes amigos de la infancia, de la secundaria, de la universidad, del trabajo y de Internet. El gran invento de Internet me hizo volar a otras latitudes para conocer personalmente a esos hombres y mujeres que, sin proponérselo, cambiaron mi vida y me volvieron a mi primer sueño: Escribir. Un sueño que, más que publicar, busca liberar ese deseo de niña que, pensaba, nunca sería posible. Entonces, ¿cómo no creer en la amistad?    


Con parte de mis sobrinos adorados

Nunca me gustaron las ataduras sociales ni del pensamiento. Así cifré mi vida y así la he vivido. ¿Cómo me siento hoy? Un pájaro. Que vengan los años que me queden por vivir.  Mi compromiso personal, pasarlos lo mejor posible. Si en el próximo minuto, no hay nada más, pues, continuaré el vuelo, en plena libertad.


Termino con este hermoso poema:



Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, 
porque nunca me diste ni esperanza fallida, 
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; 

porque veo al final de mi rudo camino 
que yo fui el arquitecto de mi propio destino; 

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, 
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: 
cuando planté rosales, coseché siempre rosas. 

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: 
¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno! 

Hallé sin duda largas las noches de mis penas; 
mas no me prometiste tan sólo noches buenas; 
y en cambio tuve algunas santamente serenas... 

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. 

¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo

7 comentarios:

  1. A mi querida, adorada y admirada hermana Olguita:
    Hoy dia de tu cumpleaños, quiero antes que nada darle gracias al creador por haberte traido al mundo a través de nuestra noble, bella y mejor ser humano como lo es nuestra madre Esther; y desearte todas las hermosas cosas sublime que sigan llenando de espiritualidad tu vida, que tan desprendidamente la has compartido con todos quienes te han acompañado a lo largo de tu existencia.
    Si bien es cierto, que cada uno se procuro su destino y a pesar de la distancia, nada se interpone entre nosotros, y sigo extrañando aquellas noches en donde la música, el calor familiar y las “obligadas” tertulias de nuestras experiencias eran las razones justificadas para vernos y encontrarnos.
    Olguita, aunque pasen miles de anos, siempre seras mi adorada, admirada y “pequeña” hermana Olguita, porque en ti se resumen todos nuestros sentimientos mas puros como los fueron aquellos que como niños siempre profesamos.
    Feliz cumpleaños.
    Eternamente.
    Enoc.

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  2. Mi querido hermano, me emocionan tus palabras. Venimos del mismo tronco, por eso somos como somos. La distancia, cuando hay amor, no es nada. Mucho menos ahora, con una tecnología que nos acerca. Lejos están los tiempos de las cartas, que a veces llegaban y otras no. Espero que pronto podamos encontrarnos de nuevo.Besos y abrazos para ti, Thaís y mis amados sobrinos.

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  3. Me siento identificada con tu escrito pues yo también soy de la cosecha del 53. Y aunque en distintos países, no tan lejanos, vivimos lo que ya es historia. Mencionas a los amigos virtuales, igual de reales solo que no nos hemos visto. Que sea una nueva década de nuevos retos, nuevos sueños, nuevas metas. ¡Felicidades!

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  4. Siluz, no por virtuales son menos reales. Esto de Internet tiene mucho de magia. Se unen almas lejanas y se hacen buenos amigos. Lo que dices es cierto, se despiertan los afectos, aunque no nos hayamos visto personalmente. Cuando eso suceda, será sencillamente, una continuidad. No pierdo la ilusión de conocerlos, a ti y a tu hermoso San Juan. Un beso

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  5. Estarás cumpliendo 60 años pero para mí sigues teniendo los eternos 28 años. La edad que tenías cuando te conocí. La juventud podemos hacer que pase por la famosa "fuente de la juventud". Yo creo que si existe. Pero existe es en nuestros corazones, en nuestra alma limpia y solidaria. Un alma que no ve el mal donde puede prevalecer siempre el bien. Un alma y espíritu que todo lo doblega y lo transforma en momentos cálidos y ricos en vida. En máxima vida para vivírla y disfrutarla con lo mejor que podamos tener a nuestro lado. Sigue cumpliendo muchos más años, porque podrás llegar a los 100 y no se te notarán. Seguirás siendo joven...pero por dentro...Porque así es!!!

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  6. Marlene Brizuela. 05.10.13
    Comadre!, que emoción senti al leer parte de tu sintesis curricular de vida 60 años no es nada! ahora es que te falta gran amiga, comadre ( madrina de mis dos caciques) y hermana por parte de la vida y digo que ahora es que te falta tierra que abonar y recoger los frutos que te den las bellas y melodiosas escrituras y seguiras costruyendo el camino de la vida que como dice tu hermano Enoc... " TAN DESPRENDIDAMENTE LO HAS COMPARTIDO CON TODOS LOS QUE TE HAN ACOMPAÑADO A LO LARGO DE TU EXISTENCIA".
    Amiga, aunque es tardía la respuesta (yo no soy tan fan al interne) el cariño es inmenso.! Muchas Feicidades¡ Llegastes a los sesenta.¡

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  7. Gracias, comadre. Formas parte de mi vida, de mis tristezas y alegrías, de mi crecimiento personal. ¡Te debo tanto! Mi cariño para todos

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